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Calmarnos: abrir el pecho y aliviar la espalda

Si te has sentido muy estresada o ansiosa estos días, te cuesta dormir o no logras meditar debes intentar el siguiente ejercicio.  La idea es que lo ajustes a ti, a lo que te haga sentir cómoda/o.  Lee todo el ejercicio y escoge qué cosas quieres aplicar.

La parte básica del ejercicio consiste simplemente en acostarnos sobre un rollito para la espalda, sino tienes haz uno enrollando una toalla:

Sigue los siguientes pasos:

  1. Acuéstate boca arriba en el piso, puedes usar una manta o una colchoneta. Si no te animas a ir al piso puedes hacerlo en tu cama (sin almohadas), pero mientras más firme la superficie mejor.
  2. Rueda sobre un costado y coloca el rollito #muylila entre tus omóplatos
  3. Acuéstate sobre el rollito.

A este punto, prueba qué se siente mejor:

  1. Flexionar las rodillas con la planta de los pies apoyados, o extender las piernas.
  2. Si sientes tu cabeza o tu cuello incómodo en esta posición, dobla una manta para darles soporte.  La idea es que no se flexione, que casi no se levante, el cuello.
Escoge lo que sea más cómodo para ti y RESPIRA hacia tu ombligo (aquí hay un ejercicio de respiración que puedes hacer).  Puedes estar aquí hasta 10 minutos, siempre y cuando no sientas ningún dolor.

Si te animas, mientras respiras y te relajas sobre el rollito puedes hacer un ejercicio de visualización para calmar la mente y aliviar el stress.

  1. Imagina que tienes en tu pecho una flor de loto en botón; cerrada.
  2. Luego mira como esa flor de loto poco a poco se abre y florece.

A medida que se abre la flor, pon atención a cómo te sientes y qué llevas dentro.  De forma honesta y gentil examina tus emociones.  Deja que la duda, la culpa y la incertidumbre se vayan.   Si has construido paredes alrededor de tu corazón, permite que se vayan derritiendo.   Permite que los rayos del sol entren en tu corazón, como en los pétalos de esta flor.

Si quieres, puedes ayudarte con cristales o piedras que puedas sostener en las palmas de tus manos y colocar en tu pecho.  Te recomendamos, en las manos, sostener piedras azules o verdes (como la sodalita, aventurina, malaquita y similares).  En el pecho coloca un cristal de amatista o citrino.

Cuando termines, rueda sobre tu costado izquierdo, para bajarte del rollito, y acerca tus rodillas al pecho.  Siéntate lentamente y cuando estés lista ponte de pie y continúa con tu rutina sintiéndote renovada y relajada.

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